Un sistema de iluminación es un conjunto integrado de componentes diseñado para proporcionar luz artificial a un espacio con el fin de satisfacer necesidades visuales, funcionales y estéticas. Lejos de ser una simple colección de bombillas, un sistema bien diseñado es una herramienta fundamental en la arquitectura y el diseño de interiores que influye directamente en la productividad, la seguridad, el estado de ánimo y la eficiencia energética de un entorno.

El objetivo principal de un sistema de iluminación es garantizar la cantidad y calidad de luz adecuadas para las actividades que se realizan en un espacio, ya sea trabajar en una oficina, operar maquinaria en una fábrica, relajarse en un hogar o resaltar productos en un comercio. Además, busca lograr estos objetivos de la manera más eficiente y sostenible posible.